Estudiaremos las variaciones del DNA y los distintos sistemas del organismo antes de elegir el enfoque de tratamiento. Tras la primera consulta, suelo recomendar algunas pruebas funcionales de laboratorio, como DNA, análisis del tubo digestivo, hormonas, enzimas, vitaminas y minerales, y alergias o intolerancias. Es la herramienta más eficiente y eficaz para evaluar todos estos sistemas interconectados y, por tanto, su salud en general. Realizamos pruebas de detección de varios factores desencadenantes potenciales y evaluaciones de sistemas clave, como diversos tipos de anemia; indicios de infecciones intestinales, víricas y bacterianas; resistencia a la insulina e hipoglucemia; problemas hepáticos y renales; y un perfil tiroideo completo.

En Biología, aprendemos que todos nuestros sistemas funcionan a través de complejas vías bioquímicas. Si éstas se ralentizan o se alteran, se producen efectos a nivel celular. Si no se controlan, sistemas enteros se alejan de su equilibrio natural ideal, dando lugar a un efecto dominó de disfunción del sistema. A menudo, la enfermedad puede llegar muy lejos, pero el equilibrio de la homeostasis puede haberse inclinado lo suficiente como para dar lugar a una disfunción subóptima. Y es por eso que la mayoría de los clientes que veo no tienen una "enfermedad" completa, pero ciertamente tienen suficientes síntomas para indicar que varios sistemas se han alejado de su nivel óptimo. La Terapia Nutricional Integrada significa abordar las causas de la disfunción del sistema, recalibrar los sistemas corporales y restaurar la función óptima. En otras palabras, ¡una salud excelente!